sábado, 3 de marzo de 2012

Portada de Demi Moore para Vanity Fair








En agosto de 1991 Vanity Fair publicaba en su portada a una Demi Moore muy embarazada y desnuda. Annie, que ya había fotografiado la boda de la actriz y Bruce Willis, fue la que tuvo la idea de que Demi se quitara la ropa durante la sesión de fotos.

La razón de que una sex symbol de la talla de Demi Moore apareciera desnuda y embarazada era una forma de protestar contra la cultura imperante en la que las mujeres seguían unos cánones de belleza totalmente irreales. La intención de la fotografía era mostrar el embarazo de una estrella de una manera totalmente anti-hollywoodiense; en la que la actriz se sintiera orgullosa de su cuerpo.

La portada acarreó una gran controversia, incluso dejó de venderse en numerosas tiendas, mientras que en otras se colocó como una revista pornográfica. Pese a esto, se calcula que fue vista por más de 100 millones de personas. La misma Annie respondió a los numerosos medios que criticaban la fotografía por haber convertido a una mujer embarazada en un objeto sexual.
Un año después, Demi Moore, aún se sorprendía de que la portada de una mujer embarazada y desnuda pudiera verse como algo moralmente reprobable. Declaró que "Me sentí glamurosa, bella y más libre con respecto a mi cuerpo. No sé cuanta más orientación familiar pude haber tenido". Consideró la portada como una saludable "declaración feminista". En 2007 declaró que la fotografía no fue hecha para publicarse sino que fue una sesión privada con Annie.

La obra es considerada uno de los trabajos más importantes de Annie Leibovitz, así como una de las más míticas representaciones de un personaje famoso. Es la primera foto mencionada en el artículo de New York Times, con motivo de la exposición de la fotógrafa, Annie Leibovitz: A Photographer's Life, 1990-2005

Desde su publicación numerosas celebrities han posado embarazadas, ya sea desnudas o no.



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